País: Japón
Año: 1950
Género: Drama
Duración: 88
minutos
Dirigida por
Akira Kurosawa
Créditos del guión:
Ryûnosuke Akutagawa (stories Rashomon and In a Grove), Akira Kurosawa y Shinobu Hashimoto
Reparto:
Toshirô Mifune... Tajômaru
Machiko Kyô ... Masako Kanazawa
Masayuki Mori... Takehiro Kanazawa
Takashi Shimura... Woodcutter
Minoru
Chiaki... Sacerdote
Kichijirô
Ueda... Commoner
Noriko
Honma... Medium
Daisuke Katô... Policía
Producida por:
Minoru Jingo .... productor
Masaichi Nagata.... productor
ejecutivo
Música original por Fumio Hayasaka
Fotografía por Kazuo Miyagawa
Montaje por Akira Kurosawa
Diseño de Producción por Takashi Matsuyama
Decoración del Escenario por H. Motsumoto
Ayudante de dirección:
Tokuzô Tanaka.... asistente
de dirección
Mitsuo Wakasugi .... asistente
de dirección
Efectos Visuales por:
Aurelio x. Vera Jr..... restoration
artist
Cámara y Departamento Eléctrico:
Fujiro Morita .... asistente
de cámara
Kenichi Okamoto .... técnico
en iluminación
INFORMACIÓN SOBRE EL
DIRECTOR (AKIRA KUROSAWA)
(Tokio, 1910-?, 1998) Director de
cine japonés. Pintor frustrado por su propia autoexigencia, decidió dedicarse
al cine, en el que se inició como guionista. Recorre su obra este pasado
pictórico, en forma de una cuidadísima fotografía, un profundo humanismo y una
habilidad narrativa por la que fue considerado como el más occidental de los
directores japoneses.
En 1950 obtuvo el León de Oro de
la Mostra de Venecia y el Oscar a la mejor película extranjera con su filme
Rashomon, una refinada versión de un relato tradicional japonés que le situó en
el mapa cinematográfico internacional. En 1954 repitió máximo galardón en el
certamen veneciano con Los siete samurais, filme objeto de un célebre remake
con el título de Los siete magníficos. En 1965, Barbarroja sufrió un rechazo de
crítica y público que se repitió en su siguiente obra, Dodes Ka-den,
circunstancia que le empujó a un intento de suicidio en 1971.
Agotado su crédito en su país
natal, en 1975 logró que las autoridades soviéticas financiaran la película
Dersu Uzala, rotundo triunfo que le permitió obtener su segundo Oscar y
financiar Ran (1985), una espectacular adaptación de El rey Lear, de William
Shakespeare, en el marco del Japón medieval que se convirtió en uno de sus
títulos más conocidos.
RELACIÓN ENTRE RASHOMON Y EL TEMA DE LA VERDAD
Rashomon es una fábula de la verdad y la mentira, sobre lo bueno y lo malo, en la que nada es lo que parece, la realidad es realtiva, nadie es ni totalmente bueno, ni totalmente malo.
“Kurosawa intentó encontrar el meollo del asunto, el "episodio insólito" en que la psicología humana se manifiesta con toda la fuerza de su singularidad. Porque detestaba la mediocridad, sus anónimos personajes desnudan el egoísmo, la frivolidad, la miseria y la degradación del hombre.”
Por eso digo que Rashomon es una fábula de lo bueno y lo malo, en la que los personajes no son ni totalmente buenos ni totalmente malos. Mas aún, es una fábula de cómo la realidad se vuelve relativa a los ojos de uno mismo, incapaz de verse a si mismo en su total verdad, y que siempre busca “embellecerse”. Kurosawa lo explica él mismo:
“Los seres humanos son incapaces de ser honestos consigo mismos sobre si mismos. No pueden hablar de si mismos sin embellecerse. El script habla de esos seres humanos, los del tipo que no pueden sobrevivir sin mentiras que los hacen sentir que son mejores de lo que realmente son. También muestra la necesidad de mentir aún más allá de la tumba –aún el personaje que muere no puede dejar de mentir cuando habla a través de una médium. El egoísmo es el pecado con el que el ser humano carga desde su nacimiento, y el el más difícil de redimir. Este film es como una extraña imagen que el ego va desenrollando.